Sé que tienen miedo

Sé que tienen miedo. Sí, lo sé, porque yo también tengo miedo ¿Miedo a qué? Miedo a enfermarme en medio de la crisis sanitaria más grande de la historia, miedo a sentir angustia, miedo a lo desconocido, miedo al coronavirus. 

He leído a muchas personas comentar sus sentimientos sobre estar en cuarentena y aislamiento social, a quedarse en casa por mucho tiempo, sin mucho que hacer y sólo esperando que esta enfermedad pase (aunque no la tengan). Cada vez que leo esto, sólo pienso en las tantas veces que en mi vida he pasado por ese sentimiento y no he tenido a la humanidad compartiéndolo conmigo. De hecho, sólo a mi familia cercana y a muy (pero muy) contados amigos y amigas. 

A todes quienes hoy sufren de esa angustia, sólo les puedo decir una cosa: se sobrevive. Sí, es cierto que ahora todes debemos estar lejos, no tocarnos ni visitarnos, pero en estos tiempos modernos existe el teléfono e Internet, que nos permite estar cerca, pero lejos a la vez. Eso yo no tuve las garantías de Internet muchas veces, de hecho sólo lo he “disfrutado” en mis periodos de recuperación siendo adulta. En mi infancia, cuando lo necesitaba, no existía y en mi adolescencia, estuve “sana”.

Por otro lado, a todes quienes sufren de agobio repentino severo (como lo diagnostiqué) por miedo a enfermarse y no saber cómo les podría afectar y qué pasará, sólo les puedo decir que estoy con ustedes. No están solos, solas ni soles. Las personas con discapacidad que hemos vivido por momentos de aislamiento social no voluntario, sabemos que se sobrevive estando solos/as/es, pero también sabemos la incertidumbre por una enfermedad desconocida asusta, agobia. 

Agobia también a la familia y les cercanos, a quienes siempre apañan y conocen esos temores que nos rondan. Por eso hoy escribo, escribo al viento de Internet, escribo a todes les que están ahí sintiendo este agobio por no saber que pasará con la enfermedad y quieren que esto se pase bien y en el tiempo necesario. 

Sí, en el tiempo necesario, porque también sabemos que una fractura enfermedad no se cura de la noche a la mañana, toma tiempo y es mejor esperar lo necesario para que se pase bien, sino puede volver y ser tu sombra, nuestra sombra. 

Finalmente les digo una cosa más: está bien tener miedo, pero no se pasen de la raya. Sí, es verdad que nos pasamos a veces, pero ahí apóyense en lo que tengan o a quien tengan. Cambien la rutina, tómense un té, respiren, salgan a la ventana, lean, escriban, hagan algo para que su mente no se quede atrapada en esos sentimientos. Y si quieren no hacer nada por un rato, también está bien. Lo importante es que estén tranquilos, porque de esta salimos todes juntes.