Sobre la Accesibilidad

Mucho se habla de la accesibilidad al momento de referirse sobre las políticas relacionadas con la discapacidad. Tanto así que la ley 20.422 establece un nuevo marco para lograr que todas las personas con discapacidad podamos circular libremente por el país, sin la necesidad de que otra persona nos ayude para conseguir ciertos objetivos.

Hace unos días asistí al Seminario Internacional de Accesibilidad Universal, organizado por Senadis, la Corporación Ciudad Accesible y la Mutual de Seguridad. El evento contó con la presencia de destacados invitados desde España y Uruguay, así como también con experiencias locales que permiten ver lo medular de este tema.

De esta actividad rescaté algunas frases que me parecieron atractivas de compartir. Las primeras son del arquitecto español Enrique Rovira-Beleta, consultor en accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas.

“Cuando algo es accesible, es mucho más cómodo para todos”. Este simple pensamiento lo deberían tener arraigado los arquitectos, diseñadores, constructores, ingenieros y, en general, todos los relacionados con construir y armar nuestros espacios, para que cuando inicien un proyecto piensen en que todos nos podemos ver beneficiados con ciertos detalles, lo que nos lleva a la segunda idea de Rovira-Beleta.

“Son detalles los que para los ‘grandes’ discapacitados hacen la diferencia”. Si bien el arquitecto habla desde su propia experiencia, pues sufre de paraplejia, al referirse de “grandes discapacitados”, creo que no es necesaria una medida para pensar que los detalles son importantes. En mi caso una pequeña baldosa mal puesta o una alfombra suelta puede ocasionarme una caída con consecuencias importantes. Por eso, insisto, los detalles son importantes sin importar el tipo de discapacidad que se tenga.

“La accesibilidad no es solamente una necesidad para las personas con discapacidad, sino una ventaja para todos los ciudadanos”. Esta frase es tan verdadera como que “cuando las personas sin discapacidad necesitan de los accesos y otras cosas, ya están gracias a las personas con discapacidad”. Nuestra experiencia siempre ayuda al resto, sobre todo para los que de un momento a otro se ven enfrentados con alguna discapacidad.

Otra frase que me quedó dando vuelta fue la de Pamela Prett, directora de la Corporación Ciudad Accesible: “La arquitectura fue la manifestación del lenguaje discriminador”. Nunca lo pensé así, quizás hasta me pareció fuerte, pero me quedó dando vueltas y por eso la anoté. No sé hasta que punto puede ser “discriminador”, si creo que es poco comprensivo e incapaz de ponerse en el lugar del otro, no porque quieran, sino porque no lo han vivido.

Finalmente, me quedo con la frase de Nicolás Li Calzi, arquitecto y responsable de Uruguay Accesible Consultores, que es ideal para sus colegas y para todos quienes crean en pos de construir una sociedad inclusiva: “El límite de nuestra creatividad son nuestros propios prejuicios”.