Plebiscito y el desafío de contar con candidaturas reservadas para las personas con discapacidad en la Convención Constituyente

Casi 3 millones de personas en Chile experimentan una o más formas de discapacidad. Condición que, como pocas, atraviesa transversalmente todo el tejido social del país. Una comunidad importante, pero muchas veces subrepresentada quienes ven este 25 de octubre como una gran oportunidad si hablamos de política e inclusión.

“El plebiscito abre una ventana de participación política y pública a través del voto y actualmente implica el doble desafío de contar con reserva para candidatos con discapacidad a la Convención Constituyente al ganar la opción “Apruebo”, iniciativa que se encuentra en el Congreso Nacional”, afirma la Enviada Especial del Secretario General de Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad, María Soledad Cisternas Reyes.

La experta internacional busca visibilizar una opción que, a su juicio, ha quedado al margen del debate camino al 25 de octubre. Se trata del proyecto de reforma constitucional que modifica la Carta Fundamental para candidaturas reservadas para para los representantes de los pueblos originarios y personas con discapacidad (Boletín N° 13.129-07) para integrar la Convención Constituyente.

“Esta iniciativa da sentido de realidad al cuerpo constituyente con temáticas que representan a muchas personas que históricamente no aparecen en la arena política. Entonces, la medida de acción afirmativa que reserva un porcentaje de candidatos y candidatas con discapacidad en las listas está plenamente justificada, existiendo personas con discapacidad ampliamente competentes para ejercer estos cargos”, asegura Cisternas.

“Teniendo en cuenta que las personas con discapacidad viven mayoritariamente en familia y también se encuentran en entornos educativos, laborales y en diversos espacios sociales, esta es una realidad que atañe a toda la nación”, agrega.

A su juicio, “sin duda alguna, la participación de personas con discapacidad en dicho órgano dará riqueza y profundidad al debate para considerar la prospectiva inclusiva “sin dejar a nadie atrás“, como indica la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, cumpliendo a la vez uno de los principios centrales de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, cual es la participación plena y efectiva en la sociedad de este sector de la población, contribuyendo así a la solidez de nuestra democracia”.

Lo más importante, a su parecer, es que “en términos políticos el desafío del momento es lograr la reforma constitucional que posibilite la reserva de cupos en las listas de candidatos y candidatas para la Convención Constituyente. La aprobación de esta iniciativa daría un sentido de realidad a muchas temáticas, profundizando el concepto de democracia inclusiva y participativa”.