A propósito de la carta al director escrita por por Mario Kreutzberger, «Don Francisco», y publicada en El Mercurio, sobre la problemática que vivimos las personas con discapacidad en el Aeropuerto de Nuevo Pudahuel, nos alegramos que se abra masiva y públicamente el debate en torno a la falta de accesibilidad en aeropuertos, gracias a la intervención de una persona influyente y con poder mediático, porque cuando las mismas personas con discapacidad lo denunciamos, nunca hemos tenido esa tribuna.
La situación denunciada va más allá del Aeropuerto Nuevo Pudahuel, en general los procesos y espacios para el uso del transporte aéreo no está diseñado para personas con discapacidad. Por ejemplo, nos tenemos que cambiar de silla de ruedas en frente de todas las personas como si fuéramos equipaje, porque el aeropuerto no cuenta con una sala para ese proceso que resguarde nuestra dignidad.
Qué decir de los buses Centropuerto, que tienen el logo de accesibilidad porque cuentan con un espacio para personas usuarias de silla de ruedas, pero para llegar a ese lugar se deben subir varios peldaños.
Estos tipos de problemas ocurren en sociedades que abordan la discapacidad desde la caridad y no desde el enfoque de derechos. Para resolverlos, es vital que se consideren los reclamos de las propias personas con discapacidad y una vez conocidos estos problemas, más otros por diagnosticar, se trabaje en conjunto con la sociedad civil y las mismas personas con discapacidad para resolverlos, de otra forma se continuará perpetuando un modelo asistencialista y segregador, porque “nada de nosotros, sin nosotros”.
Jimena Luna, Directora de la Fundación Vida Independiente Chile
Andrea Medina, Directora de Integrados y Presidenta de la Fundación de Osteogénesis Imperfecta Chile, Foich